La carga inalámbrica ha llegado al mundo de los motores para quedarse. Esto le permite cargar su coche como si fuera un teléfono móvil.
Los vehículos eléctricos tienen muchas ventajas sobre los vehículos térmicos es decir de combustión. Estos son mucho menos contaminados, generalmente equipados con sistemas más modernos, y son el futuro de la conducción. Pero si hay algo en lo que todavía tienen un largo camino por recorrer, es la carga ya que sus rivales a la hora de repostar son mucho más rapidos.
Para facilitar la carga a los usuarios de estos vehículos, se ha trabajado mucho para encontrar una forma de facilitar la carga del vehículo: la carga inalámbrica. La forma en que funciona es muy simple. Vas a la zona de carga, dejas el auto estacionado, el sistema lo reconoce y luego el auto comienza a recargar. Sin duda, este modo de carga es probablemente el que tiene más posibilidades de consolidarse como un buen modo de carga. No solo por lo fácil que es para el conductor, sino también porque no requiere una aplicación de terceros ni nada más.
La carga inalámbrica, el futuro de los eléctricos.
Pero para lograr que sea tan sencillo, se han tenido que utilizar muchas herramientas muy avanzadas. Una de los métodos que se probó es la resonancia magnética inductiva. Este método consigue que incluso con la dificultad de la distancia y la alineación del vehículo y el punto de carga tenga una eficiencia superior al 98%, lo que hace que sea el método más idóneo para este tipo de carga.
Para mejorar la forma de cargar los coches eléctricos, son muchas las compañías que están trabajando para mejorar las tecnologías dedicadas a esta forma de rellenar la batería de los coches eléctricos. Empresas como Qualcomm, especializada en tecnología móvil, como los procesadores con más renombre del mercado, están realizando muchos esfuerzos para que este tipo de carga sea una realidad.